jueves, 24 de enero de 2013

34ª Salida - ¡Como pasa el tiempo!

Cuando era pequeño los días, los años, se me hacían interminables; parecía que no hubiera un límite para hacer las cosas, que siempre había un plazo para terminar esto o aquello. Y poco a poco, el tiempo comenzó a ganar velocidad y todo empezó a pasar más deprisa.


Ahora tengo la impresión de que los días vuelan. Se me escurren entre las manos y casi no me entero del transcurrir de la vida. ¿Por qué? Dicen que es una percepción subjetiva, que esa sensación la sentimos de otra manera. Cuando somos jóvenes todas las cosas son nuevas, todo son descubrimientos: nuestro primer viaje, nuestros primeros amigos, nuestra primera cita, los estudios, nuestro primer trabajo, la boda, hijos...
 
 
Luego, todo se hace más rutinario, más medido, ¿más lógico? Y así 'notamos' como el tiempo pasa más deprisa. ¿Solución? Cosas nuevas, nuevas experiencias o hacernos conscientes de que tenemos que disfrutar de lo que nos rodea y de los que tenemos al lado.
 
¿Por qué todo este rollo? Bueno, ayer fue mi cumpleaños, otro más. Y ya me hago mayor y no quiero que se pase el tiempo sin que pueda disfrutar de lo mios y de las cosas que me gustan. Así que puedo decir que ayer tuve un día redondo.
 
Primero una nueva salida con la bici y como no podía ser de otra manera con el tiempo que estamos pasando pues nos mojamos, una vez más. No pasa nada... sólo es agua.
 
 
Aunque tuvimos que hacer una paradita para esperar que escampara un poco conseguimos hacer unos cuantos kilómetros que vienen muy bien para ir sumando.
 
 
 
En la taberna nos encontramos con el único pirado que vimos en toda la mañana: ¡hay que estar mal!
 
 
 
 
¿Qué le pasa a este? Pinchazo, bueno así descansamos porque nos llevas con la lengua fuera y eso no tiene que ser nada bueno.
 
 
Y luego, me esperaba una bonita sorpresa después de la cena. ¡A celebrar la onomástica con la familia!
 

 
Un año más y la intención de aprovechar el tiempo a tope.
 
 
A.