Se mantiene el mismo recorrido de la edición anterior.
La Clasificación General se sigue estableciendo por puntos; da lo mismo llegar con 15” o 1 hora de ventaja, los puntos se reparten igual. El pelotón de salida es muy grande: 150 corredores. Desgrange vuelve a dar libertad a los equipos para que monten sus propias bicis.
Petit-Breton renuncia a participar y dice que el principal favorito es François Faber.
Faber, apodado “el Gigante de Colombes”: 1.86 m de altura y 91 kg. de peso.
Se crea la categoría de los “isolés”, corredores que no pertenecen a ningún equipo.
La carrera se desarrolla en condiciones invernales: agua y frío.
Primera etapa ganada por Cyrille Van Hauwaert y se convierte en el primer “no francés” en ser líder del Tour.
Faber gana la cuarta etapa en Lyon, corriendo con la bici al haber roto la cadena.
Jean Alavoine gana la última etapa haciendo los últimos 10 kms a pie por una avería en la bicicleta.
François Fabergana seis (6) etapas, cinco de ellas consecutivas.
Primera victoria para un extranjero.
El equipo Alcyon acapara las cinco primeras posiciones.
Faber murió en el campo de batalla tras haberse alistado en la Legión Extranjera al recibir un disparo en la espalda cuando trasladaba a un camarada herido.
Por ello es recordado como un héroe en Francia. Aquí un homenaje en el Cementerio Nacional Francés Notre Dame de Lorrette en Vimy.
François Faber - El Gigante de Colombes.
Verdaderamente François Faber no era un hombre corriente. Primero sobre la bicicleta, donde su "carcasa" excepcional y su corazón de león le permitieron conseguir un buen número de victorias: Giro de Lombardia (1908, Paris-Bruselas (1909), Paris-Tourst (1909 y 1910), Bordeaux-Paris (1911), Paris-Roubaix (1913), con una media asombrosa para la época: 35.333 km/h. Y finalmente el Tour de Francia 1909, donde además se llevó seis etapas.
En su vida, Faber también salía fuera de la norma. Su criterio de conducta se basaba en una pauta inventada por él: "Nosotros, los ciclistas somos a la vez deportistas y obreros de la bicicleta. Es decir, ya que no nos contentamos con practicar el ciclismo por amor al deporte, sino que éste es nuestro oficio. Y lo uno no impide lo otro".
Lo que François quería era que el campeón ciclista fuese tratado como un hombre normal y corriente, una persona nacida del pueblo que sabía guardar las distancias y que, por amar la bicicleta, no era menos que nadie.
Son abundantes las anécdotas que definen a este Gigante (pesaba casi 100 kg.). Nos quedaremos con aquellas relatadas por algunos de sus más prestigiosos rivales, que no dejaban de señalar el hecho de que François no tolerase ganar una carrera por un accidente o avería de sus competidores. Él se paraba para ayudar a cualquier ciclista infortunado a reparar su máquina, sabía compartir su bolsa de avituallamiento y, más sorprendente todavía, no se le caían los anillos por ir a los albergues en busca de comida para sus compañeros "atacados" por la pájara. realizó estas "misiones de salvamento" en dos de las etapas más decisivas del Tour, y lo curioso del caso es que en ambas logró la victoria.
Era considerado como un corredor francés, por ello fue grande la sorpresa cuando en su Tour victorioso se supo que era oriundo del Gran Ducado y que había rehusado a la nacionalidad francesa al llegar a la mayoría de edad. A decir verdad, él se vió tan sorprendido como el público y encontró "muy divertido" volver por primera vez a su país después de su éxito. ¡Era luxemburgués!
Eso le libró de la movilización general en la Gran Guerra, pero se alistó en la Legión Extranjera. Cayó "muerto por Francia" el 9 de mayo de 1915 cerca de Carency. Se convirtió en un héroe.
(La gran historia del Tour - El mundo fabuloso del ciclismo)
A.
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