Desde aquí las rutas en bici se preveían excepcionales y sin más tardar me dispuse a llevar a cabo un recorrido al que hacia tiempo tenía ganas de 'hincar el diente':
Cañón del Añisclo.
Climatologicamente, los días eran excepcionales y el día elegido resultó ser ideal. Caminando dirección Norte, hacia Francia, siempre veía ante mí al Monte Perdido y sus cimas amigas.
En Escalona, giro a la izquierda y comienza un recorrido recomendable 100%. Pronto nos encontramos con el protagonista de esta maravilla: el rio Vellós.
Fanlo es el punto final de la subida, que de momento es agradable; con alguna que otra rampa dura pero nada insúperable.
Con la altitud que se va ganando se ve mejor la labor que ha efectuado el rio en la formación del cañón. ¡Impresionante!
Echando la vista atrás vemos imágenes que se quedarán en nuestros pensamientos durante mucho tiempo.
Y qué decir de lo que vamos viendo segun avanzamos, una verdadera locura de carretera y espectacular el río en su discurrir por entre las rocas.
A veces cuesta creer que exista una carretera en esta zona y los vericuetos que se han tenido que hacer para construirla.
Saliendo del encajonamiento en el que llevamos hace rato y abandonando la zona del Cañón, vemos aparecer en lo alto la imagen del pueblo de Sercue. No hay que subir hasta allá arriba... pero casi.
Llegando al final la intensidad de las cuestas aumentan. Una mirada atrás para ver el maravilloso camino que hemos dejado atrás.
Fanlo.
A partir de aquí la carretera es un total descenso hasta llegar a Sarvisé, donde tomo la carretera principal de vuelta a Ainsa, pasando por Boltaña.
No he quedado defraudado, era como lo esperaba (o más)... Una excepcional experiencia que espero repetir.
Puerto de Serrablo.
No es destacable este puerto, pero como estaba en la zona aproveché para conocerlo. Arranca duro, cerca de Boltaña.
Pero pronto se suaviza la pendiente hasta su final, cerca de unas antenas. Buena carretera y ni un coche en 100 kms a la redonda.
Bestué
Por la carretera que lleva a Escuaín podemos subir hasta el pueblo de Bestué. Al poco de comenzar a subir ganamos una preciosa vista de la Peña Montañesa y sys 2.291 mts de altitud.
La subida no es dura, es mantenida y siempre en sombra, por una carretera estrecha pero sin un coche que moleste.
Y este cartel me dió un susto grande, pero luego no es para tanto, ni mucho menos.
La ascensión termina en un parquecito con una fuente y un balcón con unas preciosas vistas.
Desde arriba y a lo lejos se divisan los Hautes Pyrénées, o sea Francia. Destino anhelado.
Serveto y Tella.
Cuarta salida y la intención es llegar hasta Serveto y luego... ya veremos. Así que volvemos a tomar la carretera dirección Francia. Llevamos el Cinca acompañandonos durante gran parte del recorrido.
En Salinas tomo el desvío que lleva a Plan y Gistaín. La carretera comienza a 'picar' para arriba con ganas.
Y poco antes de llegar al desvío hacia Serveto ya veo lo que me espera. Los tres primeros kilómetros, hasta llegar a Sin, son verdaderamente duros y con tramos de carretera bastante mala.
Pero poco a poco se hace el camino y consigo llegar al final de la carretera, justo hasta el pueblo de Serveto.
De vuelta a casa decido afrontar los 8 kms que me llevarán hasta Tella. La subida comienza en la misma carretera nacional, en Hospital de Tella y es de una dureza mantenida. Tras pasar la aldea de Cortalaviña se puede ver la sucesión de curvas que hemos dejado atrás.
El espectáculo es brutal y al rodear la montaña que estamos subiendo aparece en su plenitud parte del Parque Nacional de Ordesa.
Afrontando la parte final aparece una rampa muy dura que practicamente finaliza en el cartel de entrada al pueblo. ¡Fantástica la subida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario