martes, 4 de diciembre de 2012

TOUR 1910 - ¡Bienvenidos sean los Pirineos!

A la salida se presentan 110 los corredores, 29 agrupados en equipos y 81 “isolés”.

Los agrupados pertenecen a tres formaciones:
1. “Alcyon” que causa una fuerte impresión con François Faber (ganador el año anterior), Louis Trousselier (ganador el 1905), Gustave Garrigou (dos veces 2º), Octave Lapize (ganador de las dos últimas Paris-Roubaix) y Cyriel Van Hauwaert (vencedor de la Milan-San Remo y Paris-Roubaix en 1908).
 
2. Los italianos del “Legnano” que han recibido el apoyo de los campeones del “Peugeot”: Lucien Petit-Breton (ganador en 1907 y 1908 y de Emile Georget).
 
3. El equipo “Le Globe” comandado por Charles Crupelandt y Henri Cornet (ganador en los despachos en 1904).

Como en años anteriores la clasificación se efectúa por puntos y no por tiempos; es decir, en cada una de las etapas el ganador compatibiliza 1 punto, el segundo 2, etc. Da lo mismo la diferencia de tiempo. También se estipula que “cada corredor no tendrá más que una bicicleta con la que tendrá que hacer todo el recorrido. En consecuencia, todas las bicicletas son revisadas y certificadas, al igual que las piezas (eje de ruedas, horquillas, pedalier…”.

El recorrido crece y se valora la idea de Alphonse Steinès, colaborador de Henri Desgrange, de afrontar los grandes cols de los Pirineos. Desgrange es reacio, piensa que con la montaña que se ha subido hasta ahora, con los pequeños puertos ya escalados, es suficiente. Cree que las grandes montañas son algo con lo que no podran los corredores. Temiéndose lo peor decide instaurar el “coche escoba”.



Recorrido
 
1ª ETAPA: Paris-Roubaix (272 km) 3 de julio.

La salida se da en el Pont de la Jatte. Charles Crupelandt y Octave Lapize (que quedará eliminado por un pinchazo) se escapan entre Amiens y Albert, a 130 km de la llegada.

Nada puede detener a Crupelandt que atraviesa Lille a la velocidad máxima tolerada: 12 km/h. Son las 14:09 y Crupelandt, cubierto de lodo pero fresco de aspecto, grita su número con voz potente para, sin pérdida de tiempo, seguir hacia Roubaix.

14:29, “el toro del norte” se presenta en la Avenida de Jussieu y gana la etapa. Con 24 años ha ganado su primera etapa en el Tour ante una multitud sumada para su causa. Crupelandt ha dado jaque al poderoso equipo “Alcyon”, gran favorito de la prueba, pero Van Hauwaert (2º), Lapize (3ª) y Faber (4º) están lejos de haber dicho la última palabra.

 Charles Crupelandt ganador de la etapa
 
2ª ETAPA: Roubaix-Metz (398 km) 5 de julio.

En su periódico “L’Auto” del 3 de julio de 1910, Henri Desgrange no parece considerar a François Faber (vencedor en 1909) como el favorito nº 1 de la prueba: “no ha estado muy serio en el retorno a la carrera. Se ha dado a la vida fácil, ha vuelto a su antiguo trabajo de descargador y sé que le ha sido muy duro retomar los entrenamientos”. El patrón del Tour declara preferir a Octave Lapize.

Picado en su orgullo, “el Gigante de Colombes” realiza una bonita exhibición camino de Metz, donde había ya ganado el año anterior. Este año se va solo, a pesar del viento y la lluvia, y termina delante de sus compañeros del Alcyon, Garrigou, Lapize y Van Hauwaert. Además se coloca líder.

Faber recompensado en Metz
Ganador de la primera etapa, Crupelandt rompe la cadena cuando iba en el grupo de cabeza, además sufre después dos pinchazos. Resultado: 31º a más de 2h30’.


3ª ETAPA: Metz-Belfort (259 km) 7 de julio.

La etapa del Ballon d’Alsace es ganada por Emile Georget (Legnano) quien ya se había mostrado en estas carreteras en 1907.

Emile Georget
“El Gigante de Colombes” toma 3 puntos a Van Hauwaert y 4 a Lapize que iba bien colocado en la cima del Ballon (2º tras Georget), pero en el descenso ha sufrido un pinchazo.


4ª ETAPA: Belfort-Lyon (309 km) 9 de julio.

Ganando la etapa al sprint delante de cinco contrarios ya lejanos en la General, François Faber parece trabajar sobre las mismas bases del año pasado: ¡5 victorias en los 6 primeros días!
 
Van Hauwaert y Lapize, los rivales más peligrosos, terminaron 20º y 21º. Hay rumores sobre el abandono de Lapize que sufre terriblemente de los pies.


5ª ETAPA: Lyon-Grenoble (311 km) 11 de julio.

La salida se da a las 03:00 de la mañana. El Col de Cerdon es escalado en bloque por Petit-Breton y Azzini, los líderes del equipo Legnano. Faber y Georget, con cólicos, quedan descolgados. En Annecy están a 10’.

Bajo la tormenta, Lapize y Van Hauwaert se encuentran en cabeza en el Col de Porte, la gran dificultad del día. A veces a pie, a veces en bici, Lapize piensa cruzar la cima en primer lugar, pero Crupelant venido desde atrás le rebasa.

Hay que descender a Grenoble. Lapize alcanza al norteño que no asume ningún riesgo porque tiene la rueda dañada al pasar sobre unos raíles en Lyon. “Le frise” rebasa a Crupelandt y llega vencedor en Grenoble con una hora de adelanto sobre el horario previsto. Rebasada la línea de meta, el primer impulso de Lapize es quitarse los zapatos, aún sufre de los pies, Pero aún está en carrera.

Octave Lapize
 
6ª  ETAPA: Granoble-Niza (345 km)   13 de julio.

El comienzo de la etapa está marcado por el ascenso al Col de Laffrey, que es franqueado en primer lugar por Emile Georget con una ventaja de 55" sobre Crupelandt. Los dos se unen y hacen causa común. En Gap tienen una ventaja de 11' sobre sus perseguidores. Pero los dos son alcanzados antes de Sisteron (km 151) por Van Hauwaert, Blaise y Maitron.  Y entonces, como en días anteriores, Georget comienza a quejarse de fuertes cólicos. En estas condiciones le es imposible mantener el ritmo. En Niza, el ganador de la Bordeaux-Paris, se clasificará 20º a 1h32' de sus camaradas.

Los cuatro fugados continúan a buen ritmo y sin novedad hasta llegar a Puget-Théniers (km 279) donde pincha Van Hauwaert. Esto le costará ser cuarto en la etapa, pero no se queja del resultado pues ha sido una buena operación para él porque los tres primeros no son peligrosos para la clasificación General.

En el sprint, Julien Maitron se impone facilmente.

El líder de la General, Faber, no ha causado muy buena impresión hoy. En el Col de Laffrey ha pasado en 30º lugar y en la meta será 9º. Lapize se ha comportado mejor y terminará 8º, habiendo sufrido numerosos pinchazos. Garrigou ha formado parte del grupo de caza, de los que más valientemente han luchado, será 7º en la meta.

El 'isolé' Adolphe Hélière ha llegado muy cansado a Niza (63º a 9h32' de Maitron). No ha podido comer nada y ha pasado la noche en la playa. Al día siguiente ha decidido darse un baño y ha sufrido una hipotermia que le ha causado la muerte. Tenía 19 años de edad.

 
7ª ETAPA: Niza-Nimes (345 km) 15 de julio.

La etapa Niza-Nimes es siempre recordada por los corredores al tener que pasar por la árida llanura de la Crau. François Faber, el hombre de las borrascas, del granizo y del frío, nunca encontró eso de su agrado. Sin embargo, a 40 km de meta, el luxemburgués se la juega bajo la canícula y acaba la etapa en solitario, mientras que nueve hombres terminan 4’ detrás de él. Entre ellos se encuentran sus dos principales rivales: Lapize (3º) y Garrigou (5º).

Gustave Garrigou
Victima de un incidente mecánico irreparable, Lucien Petit-Breton, ganador en 1907 y 1908, se retira en Marsella. “El argentino” escribió que: “nunca tuvo más mala suerte que en esta carrera. Una mala suerte persistente, estúpida, vil y cruel; que llevaría al abandono si no tuvieras un deber que cumplir”. Sin embargo, la mala suerte no puede explicar por si sola el hecho de que este campeón no ganara ninguna carrera este año.


8ª ETAPA: Nimes-Perpignan (216 km) 17 de julio.

Los Pirineos, que van a ser ascendidos por primera vez, se aproximan. Por ello nadie espera que esta sea una etapa disputada. Sin embargo es rápida y Georges Palmier y Julien Maîtron se presentan en meta con una velocidad de 34,6 km/h. 10’ más tarde llega Lapize, ganador del sprint ante cinco corredores. Retrasado por varios pinchazos, Faber cruza la línea en 9ª posición. “Le frisé” ha recuperado 6 puntos y ahora está segundo a 15 puntos del “Gigante de Colombes”. ¿Pero, dónde está el tercero, Garrigou?

2º esta mañana, Garrigou ha hipotecado todas sus posibilidades llegando hoy en la 25ª plaza, a 1h06’ del ganador. Mientras cruzaba Lumel, a las 03:00 de la mañana, ha sufrido una caída donde ha roto la rueda delantera perdiendo varios rodamientos. Tardó una hora y treinta minutos en encontrar un mecánico, colocar nuevos rodamientos y reparar la rueda.

Jean Bobet recogió en 1960 comentarios del corredor en los que estimaba que había sido victima de un sabotaje. Dejemos que se explique: “como cada noche, había tenido cuidado de subir la bicicleta a mi habitación. La precaución podría parecer innecesaria porque este año nosotros, los Alcyon, dominamos el Tour desde la salida. Solamente hubo lucha entre nosotros. Esa noche me olvidé de cerrar con llave la puerta de la habitación y este error me costaría muy caro” (…) Yo había revisado la rueda sin ver nada extraño”.

Garrigou no dirá mucho más, pero sus sospechas caían sobre el entorno de Faber.


9ª ETAPA: Perpignan-Luchon (289 km) 19 de julio.

A finales del año 1909, Henri Desgrange, el patrón del Tour no estaba muy satisfecho. El enorme dominio de Faber había restado suspense a la carrera. Es necesario innovar. Uno de sus colaboradores, Alphonse Steinès, tiene la solución: atravesar los Pirineos en dos etapas, Perpignan-Luchon franqueando el Col de Port, Portet d’Aspet y el Col d’Ares y, a continuación, Luchon-Bayona.

Son las 03:30 de la mañana cuando 62 corredores toman la salida. Hasta Foix no pasa nada. En el momento del control, cada uno cambia el desarrollo salvo Octave Lapize que conserva una multiplicación de 5,10 mts (o un desarrollo de 22x9, lo que corresponde a un 41x17 actual). ¡Impresionante cuando imaginamos el estado que tenían las carreteras!

Lapize no para en el avituallamiento del Portet d’Aspet y se lanza hacia el Col d’Ares. Gana la etapa en Luchon, mientras que el líder de la prueba, Faber, se clasifica tercero. El luxemburgués ha perdido sólo dos puntos.

El último de la etapa, Paul Amiot, llegará 4h30’ más tarde. ¡Sólo abandonan cuatro corredores! Desgrange está decepcionado.


10ª ETAPA: Luchon-Bayona (326 km) 21 de julio.

En la primavera de 1910, Alphonse Steinès colaborador de Desgrange ha tenido la idea de hacer pasar a los corredores por los Pirineos. Ahora ha llegado a revisar estos lugares. Rápidamente se da cuenta que los caminos del Aubisque están en lamentable estado. Promete en los “Ponts y Chaussées” (Puentes y calzadas) que el Tour ayudará financieramente a la rehabilitación de la carretera.

Informe donde se solicita la mejora de las carreteras en la zona pirenaica
A continuación, alquila un coche para llegar a la cima del Tourmalet.

Reconocimiento en el Tourmalet
Una tormenta de nieve se desata a 4 km de la cima, él continua a pie, a veces hundido en la nieve hasta la cintura. De vuelta a Baréges a las 03:00 h de la mañana, telegrafía a su patrón: “Pasado el Tourmalet. Muy buen camino. Perfectamente practicable”.

En abril, el macizo pirenaico está inscrito en el orden del día y se da a conocer el recorrido de esta etapa. Algunos corredores intentan hacer un reconocimiento. Vuelven aterrados. No son más que “caminos destrozados, apenas aptos para las cabras”. Muchos deciden no tomar parte en la carrera: no serán más que 110 en la salida contra 150 del año anterior.

La gran etapa pirenaica consta de 326 kms con los Cols de Peyresourde, Aspin, Tourmalet, Soulor, Tortes (desaparecido de los mapas desde 1920), Aubisque y Osquich. ¡Impresionante!

A las 03:30 de la mañana, 59 corredores toman la salida de esta dantesca etapa. Enseguida, a los 58’, Lapize y Garrigou franquean la col de Peyresourde. Faber no aparece entre los 30 primeros. Hacia las 05:00, los dos corredores encaran el Aspin. Lapize corona en solitario, pero Garrigou le alcanza en St. Marie de Campan.

Llega el Tourmalet. La batalla va a durar 1h30’. Lapize toma rápidamente 500 mts de ventaja, la pendiente se hace muy dura, “Le frisé” alterna carrera a pie y bicicleta.

Lapize en el Tourmalet
Garrigou que ha montado un desarrollo más pequeño (4,30 mts, es decir, 45x22) consigue franquear el puerto sin bajar de la bici, lo que le permite embolsarse la prima prometida.

Garrigou subiendo el Tourmalet
Enseguida llegan Albini, Cruchon y Lafourcade. Faber pasa con 9’ de retraso. Son las 07:30, la jornada no ha hecho más que empezar: ¡todavía quedan 256 km!

Cambio de decoración a partir del Soulor. Garrigou está al borde de sus fuerzas (terminará 8º en la etapa). Lapize no se siente mucho mejor. Es un “isolé”, François Lafourcade quien se va de todos los ases para inscribir su nombre en el Soulor y el Aubisque. No es casualidad, Lafourcade ha nacido en Lahontan, cerca de Salies de Bearn, por lo tanto ha reconocido el terreno varias veces y ha montado un desarrollo más ligero que sus rivales.

Breyer relata el paso de Lafourcade por la cima del coloso pirenaico: “Y, de repente, lo ví. Un ciclista, no sabía quién era. Su cuerpo doblado sobre la bicicleta, dando pedales como un autómata. No iba rápido, pero se movía. Me acerco a él y le hablo: “¿Quién es usted? ¿Qué pasa? ¿Dónde están los demás?”. Inclinado sobre su manillar, con los ojos clavados en la carretera, el hombre no gira su cabeza ni pronuncia una sola palabra. Continuó pedaleando y desapareció. Steinés había leído su número y está atónito, el hombre es François Lafourcade, un ‘don nadie’. Ha atrapado y sobrepasado a todos los ases. ¡Es algo prodigioso, casi increíble!"

En el Aubisque, hay que esperar 16’ para que aparezca Lapize.

Lapize en el Aubisque
Sigue Breyer: “Pasan los minutos antes de que aparezca el segundo ciclista, a quien inmediatamente reconocemos: es Lapize. A diferencia de Lafourcade, viene caminando, con el cuerpo doblado hacia la bicicleta. Sus ojos revelan una intensa angustia, pero a diferencia de su predecersor nos mira y nos habla: “¡Son ustedes unos criminales, son asesinos!”. Camine a su lado, pero sin decirle nada, atento a sus palabras. Después de más improperios, le oigo decir: “No te preocupes, Eaux-Bonnes, allá voy”. (Uphill Battle, de Owen Mulholland).

 

Son las 10:30. Faber pasa en séptima posición con 41’ de retraso.

Quedan aún 180 km desde el Aubisque a meta. Lafourcade es alcanzado y superado por Lapize y Pierino Albini. Juntos llegan a Bayona a las 17:40 y Lapize gana al sprint. Pero Faber ha hecho un final de etapa impresionante. Alcanzó a los perseguidores y quedó 3º en meta. Balance de la operación: ¡2 puntos! Dos puntos tras 14 horas de sillín a 23 km/h, es muy poco. 46 corredores serán repescados al final de la etapa.


11ª ETAPA: Bayona-Bordeaux (269 kms) 23 de julio.

Cuatro corredores se presentan en la meta. Charles Crupelandt ( “El Globo”) gana el sprint, pero es descalificado por haber obstaculizado a Luigi Azzini (“Legnano”), Ernest Paul, hermanastro de François Faber, que corre en una bicicleta Alcyon en la categoría “isolés” es declarado ganador.

 
 
Excelente jornada para los corredores de esta categoría, Charles Cruchon se encuentra 3º en la General.

Llegada a Bordeaux
La etapa no tenía dificultades, pero en la cuesta de Dax una multitud de pinchazos debido a clavos en la calzada ha perturbado el desarrollo de la carrera. Lapize se ha detenido tres veces; Faber cuatro, la última cerca de la llegada. El luxemburgués ha alcanzado a sus rivales, pero ha sido batido en el sprint, no sólo por Lapize (7º) sino también por Garrigou y Paulmier. Mala operación para “el Gigante de Colombes”.


12ª ETAPA: Bordeaux-Nantes (391 kms) 25 de julio.

En la salida, Faber no tiene más que 7 puntos de ventaja sobre Lapize. Por ello, el luxemburgués ha decidido endurecer la carrera. Lleva al pelotón a una media de 31 km/h y no quedan más que diez corredores junto a él cuando en Marans choca contra un perro. Faber está herido y, sobre todo, su bici está en pésimas condiciones. Retoma la carrera con 20’ de retraso. Imposible el volver a la cabeza. ¡Pero sí! En 80 kms, “el Gigante de Colombes” recupera 16’ a sus anteriores compañeros que no han forzado el ritmo. Pronto estará junto a ellos. Se puede comprender la situación ya que los compañeros pertenecen al mismo equipo. Pero también es conocida la tensión en el seno de esta formación. A propósito…

De hecho, en cuanto ha llegado Faber, Garrigou se ha lanzado al ataque, seguido inmediatamente de Lapize y Van Hauwaert y algunos otros corredores. Faber, cansado, ya no puede mantener el ritmo. Termina 10º a 11’.

¿Por qué atacó Garrigou en ese momento? Para responder tal vez sea necesario recordar la etapa Nimes-Perpignan. El aveyrones siempre pensó que un amigo de Faber fue el causante de su ‘incidente’.

Pero no fue Lapize el ganador en Nantes. El sprint entre los Alcyon es duro y tiene sorpresa: Louis Trousselier (ganador en 1905) consigue su última victoria de etapa. Lapize es cuarto, lo que le permite acercarse a Faber en la General. El final del Tour se presenta muy indeciso.


13ª ETAPA: Nantes-Brest (321 kms) 27 de julio.

Llueve durante todo el día. El ritmo es moderado hasta Châteaulin, donde Garrigou decide asumir los mandos. Faber y Lapize están en dificultades. El luxemburgués es el primero en reaccionar, pero Lapize le alcanza y le supera antes de Landernau. Mientras Garrigou gana su primera etapa en este Tour, Lapize hace 5º y Faber 9º. Con ello, “Le frisé” se coloca líder a dos etapas del final.


14ª ETAPA: Brest-Caen (424 kms) 29 de julio.

Desde la salida Faber lanza un ataque mientras que Lapize ha pinchado. En Saint Brieuc, Faber tiene 20’ de ventaja, pero también es victima de un pinchazo. Lapize aprovecha el trabajo de Ernest Paul para alcanzar a Faber. ¿Paul? ¿Pero no es hermanastro de Faber? ¡Efectivamente! ¿Qué mosca le ha picado? Probablemente nunca se sabrá, pero el espíritu de familia no ha quedado muy bien en este Tour.

En la cuesta de Sartilly, después de Granville, Garrigou acelera. Lapize y Paul le siguen. No así Faber que está perdido y llegará a 41’ y será 4º en la etapa. Lapize gana con facilidad el sprint.

La fiesta de la aeronáutica se celebra en Caen y Lapize aprovecha para hacer su bautismo del aire. Se toma esto como una forma de demostrar a Faber que está en plena forma. Mientras Lapize ha descubierto una nueva pasión, Faber se encuentra enfermo del estómago… está próximo al abandono.


15ª ETAPA: Caen-Paris (262 kms) 31 de julio.

Salida en Caen
François Faber se encuentra en la línea de salida a pesar de los rumores de abandono. Parece que se encuentra en forma, porque se aprovecha de un pinchazo de Lapize a los dos kms de carrera para escaparse en compañía de siete corredores: Paul, Paulmier, Van Hauwaert, Hogar, Crupelandt, Bettini y Azzini. A mitad de etapa en Rouen, Lapize está a 12’. Hay que hacer cuentas: 6 puntos separan a los dos primeros en la salida de Caen.

Lapize en el control de Rouen
En este momento, Faber está en excelente posición para ganar su segundo Tour.

Sin embargo, la carrera está lejos de haber finalizado. Delante Paulmier, Van Hauwaert y, más tarde, Crupelandt y Bettini se dejan caer. La mayoría se junta con “Le frisé” que viene fuerte. Será necesario que Faber gane la etapa para conservar una oportunidad de ganar la carrera. Infelizmente, en Saint Nom la Bretèche, el neumático del “Gigante de Colombes” pincha y, a pesar de sus esfuerzos, no puede alcanzar al trío de cabeza. En el Parque de los Príncipes, Ernesto Azzini gana el sprint.

Azini en Paris
Faber es 4º.

 
 
Octave Lapize 6º.

 
 
Y gana el Tour de Francia con la velocidad record de 29,214 km/h. Hasta 1933 nadie iría más rápido.

 
En este Tour de Francia tiene lugar la participación del primer corredor español, el bilbaíno Vicente Blanco.

 
 
 
 
Octave Lapize - El primero en pasar por el Tourmalet.

Los historiadores del ciclismo no cesan de reavivar la polémica sobre cuál de estos dos personajes: Octave Lapize o François Faber fue el mayor corredor de antes de la Primera Guerra Mundial. Una discusión que no tiene solución. A la vista del palmarés, parece que la balanza se inclina a favor de Lapize, apodado "Le frisé" (el ricitos), pero con muy poca diferencia sobre el luxemburgués de Colombes, gran luchador y más popular que Octave quien a menudo se contentaba con aprovechar su extraordinaria punta e velocidad. Pero hay que señalar que cuando la ocasión lo requería, se mostraba combativo y se lanzaba a grandes aventuras.

Curioso el destino de estos dos hombres, ya que, al igual que François Faber, Octave Lapize murió el 14 de julio de 1917 en un combate aéreo sobre la ciudad de Pont-à-Mousson, en el que su avión fue derribado.

Para hacerse a la idea del campeón que fue, no diremos que no le importaban lo más mínimo ni los aplausos ni las burlas de la muchedumbre, al igual que ignoraba olímpicamente los comentarios de sus compañeros. Y todo por la simple razón de que era sordo, lo que motivó que fuese excluido del servicio militar y que le hubiera evitado ir a la Guerra si no hubiera hecho todo lo posible por conseguir ser alistado como voluntario, con el trágico final que conocemos.

Se trataba de un atleta magníficamente proporcionado, de pequeña estatura (1,65 m), pero con una gran musculatura. Un hombre con gran coraje y gran valor. Su primera participación en el Tour de Francia es ilustrativa de ello. Con las nalgas en carne viva debido al roce de la arena que se había introducido en sus leotardos, se curó como era costumbre, él mismo, ya que no había servicio médico y continuó la prueba padeciendo un verdadero calvario sin la más mínima queja.

Henri Desgrange, en "L'Auto", dejó sus impresiones sobre "Le frisé" pocos días después de sus primera victoria en la Paris-Roubaix: "tengo ante mis ojos la fotografía de Lapize. Tiene toda la pinta de un gran rodador: la cara enérgica, el maxilar sólido, la mirada fija, el bigote en punta, como conviene a un "corcel" llamado, tras largas horas de padecimientos en la carretera, a lanzar besos a las chicas bonitas, gran caja torácica, las piernas bien asentadas, muslos poderosos y unas manos potentes capaces de doblar todos los manillares del mundo cuando se apoyan sobre ellos en las subidas."

Su sordera era una cruel desventaja; le impedía comunicarse con los periodistas, quienes relataban sus hazañas con detalle, pero no podían entrevistarle. Eugène Christophe, "el Viejo Galo", comentarista tras su retirada del ciclismo escribió algunas palabras para Lapize: "Octave estaba tan concentrado en la carrera (al no oir nada tenía que ver todo para evitar las colisiones con los seguidores e incluso con los corredores) que algunos le consideraban desagradable. Pero esa era una impresión falsa. Una vez apeado de la bicicleta se mostraba encantador con quienes procuraban articular sus frases para que pudiera seguir la conversación. Incluso era el primero en acudir a estrechar las manos por miedo a ser o parecer descortés a no haber oído a alguien que le hubiera saludado."

Octave Lapize eligió pasar a la historia por medio de una frase lapidaria, una frase pronunciada en la cima del Aubisque, la primera vez que pasó por su cima y tras haber recorrido ya el Peyresourde, el Aspin y el Tourmalet. Allí arriba, increpó a Alphonse Steines, representante de la Organización: "¡Son ustedes unos asesinos! ¡Sí, unos criminales!."


(La gran historia del Tour - El mundo fabuloso del ciclismo)


A.     









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